de regalos y canciones tristes

He titulado esta entrada en el blog así porque creo necesario hacer referencia a la muy malograda vida cientos y cientos de personas que estudian mucho y para luego na de na. Porque es sabido por todos que cientos de miles de millones de estudiantes universitarios se dedican años y años a estudiar duramente en sus facultades. que no son suyas, sabe usted?, pero que se dice así, es una expresión, el caso es que estudian una carrera que luego les viene a servir para nada. Y luego están los que estudian módulos que como no tuvieron lo que hay que tener o fueron torpes como camellos en invierno, no llegaron a más, y se consuelan diciendo que ellos encuentran trabajo antes que los que tienen una carrera.

Y diréis: ¿a cuento de qué me vienes con esto Gumersindo?, y yo voy a contestarte en un momento. No sin antes agradecer que me leas, ya que poco a poco gente más variopinta me va leyendo las historietas amenas y entretenidas sobre mi vida. Por ejemplo aquella vez que me levanté una hora antes de que sonara el despertador. Tenía pensado ir a un parque a cantar un rato y luego a trabajar de cartero. Porque yo soy cartero. Pero claro, me desperté una hora antes, cosa muy inusual en mí, porque en otras personas resulta más normal, ya que hay quien anda siempre con el sueño cambiado, y eso les pasa a muchos con el cambio horario. Y me pregunto yo que para qué sirve el cambio horario. En lugar de complicarnos la vida con ello ¿no podían ser las aquí las 14:20 hora de comer y el Canadá las 14:20 también pero entendidas como hora de merendar? No se, digo yo, que muchas veces es más simple la vida de lo que creemos. Porque ahora con el cambio horario, hay que andarse con cuidado. Yo porque no reparto en el extranjero, que si no sería un follón que ni te cuento. Sin echar cuentas a la tremenda caminata porque soy cartero pero voy andando.

Mi mujer dice que la niña tiene que hacer el módulo de peluquera que le ha dicho la vecina que es muy bueno. Lo que no sabe mi mujer esq ue la vecina es una picarona y lo único que quiere es montar el pollo. Quiero decir con esto que lo que quiere es poner una peluquería y llevarse a la niña a trabajar con ella sin contrato para dos meses después robarle los riñones, afeitarle la cabeza, venderla a unos sultanes turcos o quien sabe que mas cosas horribles.

En realidad muchas veces lo que pasa es que soy muy tremendista. Y lo soy, lo reconozco. A veces soy muy tremendista, lo soy, lo reconozco, y lo asimilo. A veces soy muy tremendista.

Y lo del gato es otra. porque me levanté una hora antes de lo normal, y claro eso no es lo normal. Y me dije: (para mis adentros por no despertar a mi señora, que luego resultó estar fregando los platos porque no podía dormir porque la farola de la calle no dejaba de encenderse y apagarse toda la noche y como tenemos la persiana rota entra toda la luz a través de la leve cortina que no sirve para nada pero que mi mujer dice que e smuy retro a mi niña le apoya) ¿qué voy a hacer con los 60 minutos que me sobran?. Y ahí fué cuando tuve la idea. Una iluminación como aquel que dice. Pensé en invertir 3000 € que tengo guardados en un calcetín de la mesita de noche, tercer cajón contando desde arriba, en unas acciones de PORRACO, empresa que esta semana ha triplicado sus beneficios en un 234,4% con respecto a aquel momento, con lo que hubiera ganado al cambio más de 15.000 pesetas. Así que me dispuse a bajar al ordenador de internet para realizar mi idea, porque ahora con las cosas modernas de los ordenadores todo es muy facil. Y cuando bajé me encuentro con mi señora que me dice: ¿Cuando piensas lavar la moqueta con FRIEGAFRIEGA (no se si se pueden decir marcas, pero supongo que no pasa nada, al fin y al cabo todo la conocen) cacho de marrano azul?. Y ante tal afrenta no supe nada más que decir:

- Ahora mismo cariño.

Así son las cosas. No pude realizar la inversión así que se lo dije a mi hija que lo hizo, ganó por lo visto mucho dinero pero los 3000 € se los quedó porque no supo pasarlos del calcetín a la banca virtual. Veridico todo esto oye. Menos mal, porque invertir dinero es una de las cosas más peligrosas que hay en esta vida.

Pero para peligroso peligroso lo de la cantarera.

Siempre, como ya sabéis, muy suyo, muy afectuoso y desde el cariño:

Gumersindo