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sábado, 10 de noviembre de 2007

de gorriones y flautas

Tengo un felíz amigo. Bueno, un felíz amigo que no se quién es. Es amigo mío poruqe he leído alguna cosilla suya. Pero a mí no me gusta hacer publicidad de nadie. Bueno, un poco sí. Pero esta vez no pienso deciros que se trata de Nuez desde México, la Capital, y que su email es nux@fulguris.net. Bueno, ahora el chiste típico, tonto, maloliente y y con sabor a pescado poco fresco, o quién sabe, quizás no fresco, o sin frescor. Se trata, ya sabéis, de: ¡ups, se me ha escapado!, os he dicho quién es..." Y diréis:

- Qué estupido Gumersindo, mira que andarse con esas cosas de niños, y encima explicarlo, se creerá gracioso. Con lo feo y absurdo que queda explicar los chistes.
- Pretende ser gracioso.
- Pues no lo consigue.
- No, no lo logra, no lo consigue.

Y llebáis razón todos. Todos en general. Tenéis toda la razón. Pero en mi afán de ser moderno y llegar más allá de lo que mis pies me permiten. Que me permiten poco desde que tengo el juanete. A veces te piensas que un juanete es algo pequeño. Como un Juan pequeño, suelen decir. Pero no es cierto, es un Juan grande, adulto, y que sabe como molestar bien a sus congéneres. Lo sabe y lo hace. Porque lo hace bien, y para algo que uno puede hacer bien, hay que aprobecharlo. Por ejemplo mi primo político Eduardo sabe poner bien puestos los alfeiceres de las ventanas.


"Era un planeta fuera de otro planeta dentro de otro planeta. bellaCo estaba soñando que bailaba con Büilare. Era una canción que cantaban unas lombrices mientras masticaban sugus de naranja. Ambos se morían de risa porque las lombrices con sus dientecitos filosos les provocaban dolor de estomago. Estaban felices porque apenas comenzaba la primavera y había árboles morados por todos lados, además, podían comer puños de azúcar sin enfermarse. Era el cumpleaños de Büilare. - ¡Dibújale una cola de perro, dibújale una cola de perro! -comenzó a decir una vocecilla en el sueño de bellaCo. A Büilare le salió una cola de perro y bellaCo casi despierta de la impresión. Entonces la abrazo mas fuerte concentrándose en el canto de las lombrices y en los sugus anaranjados. Le dolía mucho el estomago mientras Büilare terminaba de convertirse en perro. Las lombrices cantaban mas fuerte con dientecitos alevosos, maliciosos, codiciosos, desesperados. De todos modos no queria despertar."

Una vez alguien hablo sobre perros, alguien se le fué una tarde hablando de cahorricos y animales perrunos (perros), y este hombre (y/o mujer) inició en mí la pasión por escribir, y escribir, y escribir.

Perdonen la desdicha. Un saludo desde el sueño,

Gumersindo

PD:
Quizá mi entrada más corta desde hace 17 años.




4 comentarios:

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